sábado, 4 de junio de 2011

Con la hierba de almohada

En el jardín perdido mece
la brisa a los cerezos en flor
y a los pétalos les acarician
los intensos rayos del sol.

La primavera derrite
las últimas nieves de invierno
y un ruiseñor evoca
uno de sus cantos mas tiernos.

Las garzas observan en el río
a un corcel negro saciando
la sed que da un largo camino
recorrido junto a su amo.

Junto a un sauce están dormidos
el caballero y su sable.
Descansan los dos tan tranquilos
que hasta parecen amables.

Mas aguardan con paciencia
aun queda un nuevo camino
ya que próxima es la guerra,
próximo está su destino.

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