domingo, 2 de octubre de 2011

Barrotes en la pizarra

Con timbrazos nos controlan.
Sobre la linea los pies,
la cual la cambian por mesas
con grilletes que no ves.

Si se te ocurre quejarte
en solitario te confinan.
Te resignas a aguantarte
o ellos rápido te encasillan.

Luego llega la hora del patio:
No puedes orinar dentro,
ya puede hacer mucho viento,
o llueva, o nieve,...¡O haga frío!

No te hablo de la carcel,
tan solo es un instituto.
Yo tampoco soy un preso,
nada mas soy un alumno

1 comentario:

  1. Nunca he visto el instituto como una cárcel, el colegio, sí. Puede ser que fuera porque mi colegio era concertado y el instituto, a parte de público, era un sitio donde los profesores te dejaban mucha libertad y más que profesores eran casi colegas. Con lo cual, no puedo sentirme identificada, pero aún así ha estado bien el poema.

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