Me abraza y arropa la fresca brisa
y un olor a césped cortado llena
mi alma cuando sueño con tu melena
lanzando suspiros por tu sonrisa.
Tras ese olor a dulce primavera
se sumerge mi mente en el olvido,
Mi corazón como queso roído
mientras deseo que estés a mi vera.
Recordando tu hipnótica mirada
iluminada con verde esmeralda,
la que al mismísimo cielo da entrada
Y es que entonces me recorre la espalda
un leve escalofrío que calmada
la deja como a un libro en una balda
Tranquila y serena como su amo.... mientras una historia guarda....
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